Máquinas Vending vs. Tiendas de Chuches

¿Quién nos iba a decir que las tiendas de chucherías iban a desaparecer?

Este hecho todavía no ha sucedido en España pero no nos parece una locura alejada de la realidad, ya que, lo que si es cierto, es que cada vez se ven menos tiendas dedicadas a este tipo de «suplementos alimenticios» tan deliciosos.

Estas pequeñas tiendas de barrio tuvieron su época dorada en los años 90, pero lo cierto es que, desde el comienzo de la «crisis económica», han desaparecido cientos por todo el territorio nacional.

Es verdad que ya de por si, es un tipo de negocio con muy pocos márgenes dónde se vende al peso y el beneficio es muy reducido.

Eramos pocos…

Por si fuera poco el mal porvenir de las tiendas de chuches y gominolas, varios competidores aparecieron a finales de los 90 para disputarse un trozo del pastel del sector.

Por un lado los supermercados empezaron a incorporar a sus estanterías diferentes tipos de caramelos y gominolas envasados en pequeños paquetes de 100 y 150 gramos.

Regalices, gominolas o los ositos de gelatina fueron de los primeros en aparecer fuera de las tiendas de gominolas aunque con el tiempo han incorporado más variedad.

Hoy en día incluso en algunas superficies de tamaño medio y grande puedes servirte a granel todo tipo de dulces y caramelos a un precio muy reducido.

Y llegó el vending

Para rematar la mala situación en la que quedaban las tiendas de chuches, después de la inclusión de gominolas en las estanterías de los supers, otro nuevo y serio competidor por el «pastel» empezó empezó a vender este tipo de productos allá por el 2003 y 2004.

No puede ser otro que el sector de las máquinas expendedoras, el «vending».

En las máquinas vending, en un principio, solo se vendían cocacolas, kit kats o patatas de bolsa, pero con la modernización del vending han llegado todo tipo de productos, como los productos eróticos al por mayor. Comestibles o no, los mayoristas vending han revolucionado el sector, en este caso, el de las gominolas.

Los caramelos y gominolas son un artículo de «impulso» o para decirlo de manera más clara, un capricho y no una necesidad, por lo que es perfecto para este tipo de comercio de máquinas automáticas.